Rusia 2018: la ciudad rusa que está convirtiéndose en brasileña

La Selección de Brasil se encuentra en Rusia con el objetivo de levantar el trofeo del mundo a fines del campeonato. Los dirigidos por Tite quieren repetir la hazaña del 2002 para la alegría de todos sus hinchas. Es por ello, que los brasileños viajaron largas horas para no dejar de lado a la ‘Canarinha’.

Sochi es la más brasileña de las ciudades rusas que acogerán los 64 partidos del Mundial, y pruebas de ello no han faltado a la plantilla de la selección ‘Canarinha’.

Quizás por ello no fue casualidad que la ciudad fundada en 1838 fuera escogida como cuartel general de la plantilla dirigida por Tite.

Como Río de Janeiro, cuyas playas blancas son bañadas por el Atlántico y no muy lejos de estas se erige el Parque da Tijuca, el bosque urbano más extenso del mundo, en Sochi, destino preferido de los rusos en vacaciones, el Mar Negro se divisa del estadio de fútbol de Fisht.

Pero a pocos kilómetros del área metropolitana se levantan los bosques del Cáucaso Occidental, declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Así como Río de Janeiro fue sede de unos Juegos Olímpicos de verano en 2016, Sochi lo fue de la fiesta olímpica de invierno dos años antes.

En Río de Janeiro el fútbol es una fiesta cuando la cita es en el estadio Maracaná, y el de Fisht ya tiene todo listo para ofrecer a los hinchas rusos y a los aficionados que llegan de otros países un menú variado de atracciones.

El sol, el mar, las temperaturas que ya rondan los 34 grados centígrados, constituyen un plan para los lugareños y los turistas mientras los brasileños trabajan entre el alborozo de los hinchas en la cancha del estadio del centro de preparación deportiva 'Yug Sport', próximo a la ribera del río Bzugu.

La primera sesión cumplida el martes, llevó al delirio a casi 5.000 personas, muchos de ellos niños.

Los de Tite se ponen a punto para partir en busca del sexto título mundial y Sochi, una ciudad de 370.000 habitantes, disfruta todo, sin prisa, con alegría, como si viviera un carnaval.

EFE