Jairo Concha y Walter Tandazo ofrecieron estas palabras a su llegada a Lima

La amargura del fracaso es un sinsabor que tarda en salir del paladar. A veces, el mal gusto que deja en la boca hace que el no abrirla sea la mejor opción, y en ocasiones, cuando esto último sucede, se puede sentir el mal aroma en las palabras que se profieren. Así parecen entenderlo Jairo Concha y Walter Tandazo, jugadores de la Selección Peruana Sub 20, recientemente eliminada del Sudamericano de la categoría a manos de Argentina.

El volante de la Universidad San Martín optó por mantener cerrados sus labios, mientras que los periodistas que se le acercaron en el aeropuerto Jorge Chávez para preguntarle por la experiencia vivida en tierras sureñas y, por supuesto, por el penal fallado ante Ecuador que pudo haber significado el empate en un momento clave del partido.

Cuando los flashes de las cámaras lo encontraron, Jairo Concha se refugió en su silencio íntimo, y no declaró una sola palabra sobre lo sucedido contra los ‘Tricolores’. La presión del momento hizo que el ‘8’ la mandara por encima del arco defendido por Wellington Moisés Ramírez.

En tanto, su compañero de equipo, el también mediocampista Walter Tandazo, puso la cara ante el mal momento, y aunque reconoció las falencias de la ‘Blanquirroja’ en el Sudamericano Sub 20, dejó una dura crítica al trabajo con juveniles en el fútbol peruano. Tandazo considera que, para él, los clubes no le dan la importancia que se merecen a sus canteras, ponderando a los elementos del equipo que vienen del exterior.

“Como cualquier joven, tengo ansias de debutar en Primera. Creo que tiene que haber más oportunidades para los futbolistas jóvenes nacionales antes que los extranjeros. En cuanto al Sudamericano Sub 20, creo que el nerviosismo y la ansiedad nos ganaron un poco en los primeros partidos, pero ya está”, expresó el jugador del Melgar de Arequipa.

El sueño de clasificar por primera vez a una Copa del Mundo de la categoría tendrá que esperar un poco más. Por ahora, el despertador que nos levante del adormecimiento aún no suena, y esperemos que no demore mucho en hacerlo.