Selección Peruana: ¿Por qué Carlos Zambrano sí y Claudio Pizarro no para la Copa América?

Cuando Ricardo Gareca se sienta en la cómoda sala de prensa de la Federación Peruana de Fútbol, sabe que le espera una semana nada cómoda en la que su nombre y rostro aparecerán en los principales diarios del país, con cientos de titulares y escritos que podrían no siempre estar a su favor. Cuando llegan las épocas de convocatoria, al argentino no le tiembla la voz para reafirmar sus convicciones, pero éstas suelen contradecirse, a lo que atina a escapar con un “son cuestiones de gustos”.

La llamada para la Copa América de Brasil se realizó el último viernes, y a pesar de que la gran mayoría de peruanos lo sabíamos (o lo intuíamos), no estaría presente Claudio Pizarro, pero sí aparecerían los 15 caracteres que conforman el nombre de Carlos Zambrano, el del carácter que por momentos nos ayudó, y que por otros ratos, también nos condenó.

Si ambos han tenido una temporada regular en sus respectivas ligas europeas, si ambos guardan un antecedente no muy satisfactorio con la Selección Peruana, y si ambos estaban prácticamente descartados por la afición, ¿por qué el ‘Tigre’ llamó a uno y no al otro?

La respuesta dada por Ricardo Gareca sobre la no inclusión de Claudio Pizarro fue un: “No puedo convocar ni convencer a un jugador que se autoexcluye de la Selección”, y aunque sus palabras puedan sonar ponciopilatescas, esto nos brinda algunos indicios que dan luz a favor de la convocatoria del ‘Káiser’: Carlos Zambrano nunca, pero nunca, se sintió afuera de la ‘Bicolor’.

El ‘León’ estuvo separado de la ‘Blanquirroja’ a partir de sus arrebatos dentro de la cancha, pero cuando le preguntaban por su selección, sus ojos volvían a brillar, y siempre respondía lo mismo: “Si no me toca estar, apoyaré desde afuera”, “Ojalá algún día pueda volver, pero si no, seré un hincha más”. Eso, más los “¡Vamos Perú! ¡A ganar” que se leían en su Twitter antes y después de cada cotejo del equipo, eran razones que invitaron a pensar a Gareca que aún había algo en el interior del defensor que no se había esfumado: las ganas de estar, a pesar de no estar.

En cambio, cuando le preguntaban a Claudio, sus respuestas llamaban más a la melancolía (que no es lo mismo que la nostalgia): "Si no me llevó al Mundial, no tendría sentido que me convoque ahora. No creo que me llamen. Si (Ricardo Gareca) no me llevó al Mundial, para qué me llevaría ahora a partidos amistosos. De verdad no tendría sentido", expresó el ‘Bombardero’, que esta vez le erró al arco, y por mucho.

Hace unos instantes, el ex capitán del elenco patrio declaró lo siguiente: "Jamás me autoexcluí de la Selección Peruana. Decir que no tiene sentido que me convoquen a unos amistosos terminado el Mundial (al que no fui convocado), no significa autoexclusión". Pero reflexionemos: si le hubiésemos preguntado al zaguero (quien tampoco fue a Rusia 2018), ¿nos hubiese contestado que no tendría sentido para él jugar aunque sea amistosos con la casaquilla de su tierra, de su nación? La carrera del hombre del Werder Bremen se respeta, pero Claudio, quien quiera estar, quiere estar siempre.

Si “nadie tiene las puerta cerradas”, según el DT, ¿por qué tentar a cerrárselas uno mismo? Quizás ahí radica la diferencia entre uno y otro. Quizás uno será aplaudido nuevamente, y quizás el otro ya no oiga más las palmas compatriotas. Quizás la actitud no fue negociable para Carlos Zambrano, y quizás Claudio Pizarro la vendió por un precio muy bajo, e incluso, bajo hasta para la grandeza de él mismo, y la de su trayectoria.

Quizás, quizás, quizás.