La Blanquirroja

Por: Moisés Chávarri De Jesús • Futbolperuano.com

Copa América: El análisis del debut de Perú ante Venezuela

¿Cómo podría calificarse la actuación de la 'Bicolor' en su debut por Copa América? Una mirada a lo que fue el inicio de nuestro camino en el torneo continental.

Actualización
Copa América: Perú vs Venezuela. Foto: Twitter
Copa América: Perú vs Venezuela. Foto: Twitter

¿Cómo podría calificarse la actuación de la 'Bicolor' en su debut por Copa América? Una mirada a lo que fue el inicio de nuestro camino en el torneo continental.

Vacíos. Ardientes. Resignados. El V.A.R de nuestros gritos, resumidos en una sola tarde. El primero era poco. El segundo ya era mucho. Este ‘Vino’ nos dejó la garganta ‘seca’, como la ruidosa bulla que terminó en la nada. Como la ruidosa y melódica bulla que alguna vez fue todo para esta Selección Peruana.

Tecnológica justicia para quienes no lo concretaron, y para quienes no lo merecimos. Las heridas de nuestro más reciente pasado mundialista han cicatrizado tanto, pero tanto, que ya ni hay huella de su paso por la roja franja de nuestro pecho. Y nos cuesta. Nos cuesta vernos y no encontrar en el espejo aquel rastro de lo que fuimos hace exactamente un año. Casi 365 días después sufrimos de no reconocernos en el que viste igual. Ya son doce meses. Son doce rosas que te gritan “vuelve”. 

El juego de esta Selección Peruana con Paolo es tan decisivo como predecible. Guerrero ya es una referencia memorizada para todos los defensores de esta Copa América. De tanto verlo en sus pesadillas, han aprendido a enfrentarlo, y olvidado a temerle. La necesidad exige a alguien que no solamente crea, sino que cree. Que cree juego y que crea firmemente en que antes de romper un arco, se necesita romper la última línea del rival. Somos mendigos de “ese” pase. Y por ello, también vagabundos en el área del rival.

El fútbol es el único lugar en el que no podemos cederle nuestro territorio al extranjero. Pero, como los que viajan desde muy lejos por un futuro para los suyos, los venezolanos ingresaban a nuestro suelo con la mejor de sus esperanzas y la más sincera de sus intenciones. Murillo y Savarino sostuvieron a Advíncula y Trauco para impedirles el acceso a su ‘tierra’.

La ‘aduana’ de Tapia no funcionó y pasó apuros en un mediocampo poblado. Para no hacerse problemas, pecó de informal y dejó que todos accedan a nuestros numerosos, y por momentos, deficientes beneficios. Los de Dudamel tienen sus papeles aprendidos, y sobretodo, en regla. Han vuelto a encontrar los documentos de identidad de su fútbol, pasaporte suficiente para moverse en el nivel que hoy exige esta Copa América.

El punto es para ellos una esperanza, y para nosotros, una interrogante. Quizás el día que recordemos nuestro inicio, no olvidaremos la ruta que nos llevó a lo que alguna vez alcanzamos. Nosotros lo pensamos de nuestro fútbol, y ellos así de su país. Miran hacia atrás y encuentran las razones por las que luchan: familiares que dejaron, amigos a los que despidieron. Su voluntad radica en lo que soltaron, sabiendo que solo ha de ser por un breve momento.

Con los ojos puestos en el futuro, cobran fuerzas gracias a un glorioso pasado. No solo extrañan sus tesoros: viven cada día para estar un poco más cerca de recuperarlos. La mejor de las ‘tácticas’. La más eficaz de las estrategias. La que los nuestros también podrían implantar.

Porque el día que volvamos la mirada, aquellos gritos vacíos ya no los extrañaremos. El día que volvamos a aquellas inocentes y combativas esperanzas, a nuestras ilusiones, aún en este frío abrigaremos.

Y el día que volvamos, como ellos a su prometida tierra, tengan por seguro, que nunca más retrocederemos.