Estados Unidos se medirá ante Irán en un duelo que sacará chispas

La fase de grupos va llegando a su fin. Hasta el momento Francia, Brasil, Portugal, Países Bajos y Senegal han sacado su boleto para octavos de final. Ahora es el turno de resolver el grupo B.  SIGUE LA TRANSMISIÓN EN VIVO AQUÍ.

El grupo lo lidera Inglaterra con 4 puntos y enfrentará a Gales, que tiene 1 punto y buscará el milagro. Por cómo hemos visto el rendimiento de ambas selecciones, Inglaterra a pesar de su flojo rendimiento ante EE.UU, no debería tener mayores complicaciones para ganar el duelo.

Sin embargo, el duelo principal del grupo, el que sacará chispas será el Irán, que está segundo con 3 puntos, versus Estados Unidos que está tercero con 2 puntos. Un duelo de alta tensión por varios componentes extrafutbolístico que aquí pasamos a repasar.

El origen data en 1959, cuando una alianza entre los gobiernos británico y estadounidense patrocinaron un Golpe de Estado contra el primer ministro Mohammad Mossadeq. Esta iniciativa tenía como fin evitar la nacionalización de la petrolera Anglo-Persian Oil Company.

Por esos años, estuvo en el poder Mohammad Reza Pahlavi, quien tenía buenas relaciones internacionales con USA.

Sin embargo, la mala distribución de los recursos en la población se convirtió en caldo de cultivo para movimientos populares de oposición que reaccionaron en 1979, con una revolución que acabó con la monarquía iraní y se instauró una República Islámica, teniendo como máxima figura al ayatolá Jomeini.

El apoyo de las organizaciones estudiantiles, islámicas y de izquierda fue vital para cambiar el modo de gobierno en Irán. La primera medida del gobierno revolucionario fue extraditar al exmandatario Reza Pahlavi quien se había exiliado en EE.UU. 

El gobierno americano se negó y empezaron los conflictos políticos entre ambas naciones. Como muestra de rechazo a esta actitud proteccionista de EEUU, un grupo estudiantil, a fin a la revolución tomó a la Embajada estadounidense con 66 rehenes, quienes perduraron confinados de su libertad durante 444 días. Se sabe que el líder revolucionario Jomeini no ordenó esta acción, sin embargo, tampoco la reprobó. 

A partir de ahí, el estado Islámico nunca sostuvo buenas relaciones con el estado americano, pues en nombre de la soberanía internacional siempre mantuvieron a raya a todos los países que no estén de acuerdo con los tratados internacionales.

Para 2006, surgió otro conflicto de grandes componendas, pues los iraníes retomaron su plan de armarse militarmente para ante una eventual guerra. Por ello se enriquecieron de uranio para producir una bomba atómica. El hecho no llegó a mayores para suerte de la paz mundial. Es más, quizás el momento más cálido en la relación internacional de ambos países se dio durante el periodo de Barak Obama. El expresidente mantuvo buena comunicación con Hassan Rohaní, expresidente de la República Islámica de Irán desde el 2013 hasta el 2021.

Las relaciones se echaron por la borda con la llegada de Donald Trump, quien durante su mandato ordenó despliegues de activos militares en el Golfo Pérsico, acusando a Irán de liderar un plan en contra de sus intereses en la región. 

Tanto Irán como Estados Unidos acaloraron las relaciones y calificaron de Organización Terrorista al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica y al US CENTCOM.

En 2019, ocurrieron incidentes se culpó a Irán de accidentes en buques petroleros de Arabia Saudí, Reino Unido, EAU, Noruega entre otros. En respuesta a ellos USA derribó un drone Iraní RQ-4a Global Hawk en 2020.

El fútbol no está exento a ello, pues hace algunos días las cuentas oficiales de Estados Unidos colocaron la bandera de Irán sin su escudo de la Revolución Islámica, lo que generó el rechazo iraní.

Según medios internacionales se supo que el motivo era para mostrar un apoyo a las mujeres iraní que luchan por sus derechos humanos. 

El duelo de hoy es más que un partido de fútbol, es la lucha de un poder político que le ha costado vida a ambos países en el nombre de su soberanía.