Youri Tielemans y Kevin De Bruyne mantienen con vida a Bélgica en la Eurocopa 2024
Bélgica derrotó 2-0 a Rumanía en el RheinEnergieStadion de Colonia por la Eurocopa 2024.

Bélgica derrotó 2-0 a Rumanía en el RheinEnergieStadion de Colonia por la Eurocopa 2024.
Envuelto en un gafe que parece interminable, con otro gol anulado y varias ocasiones desbaratadas por el portero Florin Nita, Romelu Lukaku volvió a pelearse con el arte de la definición y Bélgica, con los tantos de Yuri Tielemans y Kevin De Bruyne, que completó un duelo de autor, ganó 2-0 a Rumanía y sumó tres puntos claves en su objetivo de alcanzar los octavos de final.
Parece que a Lukaku alguien le ha lanzado un mal de ojo. Parece inexplicable que aún no haya marcado un gol en toda la Eurocopa. Ha gozado de múltiples oportunidades en los dos primeros partidos. Y no es que falle todo que cae en sus botas, porque también acierta. El problema es que cuando da en la diana siempre aparece la tecnología para fastidiar el fin de una sequía que desesperaría a cualquiera.
Pero por lo menos se resarció con una asistencia a Tielemans que alivió los males de Bélgica, errática en su estreno, derrotada 0-1 por Eslovaquia, y con una falta de puntería alarmante con Lukaku en el punto de mira. No podía tropezar otra vez si no quería complicarse la existencia en la Eurocopa. Domenico Tedesco no quería sorpresas y por eso agitó el banquillo para intentar generar un cambio que consiguió. Obligado a prescindir de varios jugadores tocados en su puesta en escena, en cuanto recuperó sus piezas las sacó al tablero de ajedrez.
Tielemans, Verthongen y Theate, totalmente recuperados de sus lesiones, entraron en escena. Lukébakio, suplente en el primer partido, también fue novedad. Se marcharon Debast, Carrasco, Mangala y Trossard. En total, cuatro cambios para revolucionar a una selección con exceso de ruido negativo después de su caída inicial. Enfrente Rumanía, exitosa ante Ucrania (3-0), no tocó casi nada. Solo Mihaila, un sólido extremo del Parma, sentó a Coman para dar más mordiente al carril izquierdo de su selección.
En este tipo de duelos, en el que la necesidad puede ser un claro handicap, el reloj suele ser un enemigo muy peligroso. El paso del tiempo puede causar estragos y Bélgica sorteó ese obstáculo con una aparición de Tielemans que encarriló el partido para los 'Diablos Rojos'. El centrocampista del Aston Villa, a los dos minutos, silenció a Rumanía con un remate desde el borde del área con el que abrió el marcador.
El mérito fue de Lukaku, que como rematador no andará acertado, pero como hombre boya para marcar defensas es un jugador de una calidad incontestable. Su corpulencia hace estragos y se aprovechó de ella para proteger la pelota ante Dragusin y, desde el punto de penalti, echársela atrás a su compañero, que no perdonó con un remate que salió de su bota a 114 kilómetros por hora.
Bélgica rompió sus nervios de un plumazo. Y ahora, tenía que comprobar si funcionaba su sistema con tres centrales, una apuesta de la que casi siempre huye Tedesco. El técnico italiano consiguió más estabilidad atrás, más control en el medio con la incorporación de Tielemans y con la presencia de Kevin De Bruyne, inconmensurable durante los 90 minutos. La electricidad por los costados con Doku y Lukébakio, incansables y muy insistentes durante todo el primer acto, puso el broche a la propuesta de Tedesco.
Rumanía, que apenas pudo contestar con un cabezazo de Dragusin que salvó Casteels, tuvo que prescindir de su alegría ante Ucrania para echarse atrás y aguantar de cualquier manera la avalancha belga. Doku, una y otra vez, insistía desde la izquierda. Los extremos están de moda en la Eurocopa con los Musiala, Wirtz, Lamal, Gakpo y Williams y Doku no quería ser menos. Fue un auténtico dolor de muelas para Rumanía, que sobrevivió al acto inicial gracias a su portero Florin Nita.
El meta del Gaziantep salvó a sus compañeros con intervenciones a disparos de Doku, Lukébakio y De Bruyne, que no culminaron el dominio de Bélgica. Lukaku también tuvo la suya, pero remató mal cuando tenía todo a favor para marcar. Algo pasa con el gigantón delantero belga, porque no se puede tener tan mala suerte. Pero aunque se le resiste el gol, para anclar defensas rivales es un jugador excepcional.
El caso es que Bélgica no selló el partido en los primeros 45 minutos y dejó con vida a Rumanía. No estaba todo hecho. El resultado era muy corto y el equipo de Gheorghe Iordanescu tenía muchos argumentos para reaccionar. Sobre todo ante un rival que convirtió su control en anarquía, una transformación peligrosa. Alejado del control y más centrado en la velocidad para llegar cuanto antes al área de Nita, fue descosiendo el partido poco a poco y se convirtió en un correcalles peligroso.
Aún así, continuó sumando ocasiones con De Bruyne a la cabeza de las operaciones. El jugador 'citizen' acarició el gol con un disparo desde fuera del área que, una vez más, sacó Nita. Después, habilitó con un centro a Lukaku, que remató de nuevo regular para quedarse sin gol. Luego fue Doku en una carrera quien estrelló la pelota contra el lateral de la red, justo antes de que Lukaku protagonizara una nueva jugada llena de mal fario.
Otra vez, y van tres en esta Eurocopa, celebró un gol. Pero como los otros dos anteriores que marcó a Eslovaquia, fue anulado. También por un fuera de juego milimétrico. Cumplió en un mano a mano y su celebración fue espectacular. Se había quitado un peso de encima. Pero la punta de su pie derecho invalidó su gol. El jarro de agua fría fue espectacular, su mala suerte empieza a ser legendaria y más cuando en la siguiente jugada volvió a encontrarse con Nita en otro disparo desde dentro del área.
La locura del partido, muy bonita para el espectador, era muy peligrosa para Bélgica, que en cualquier momento, si no sentenciaba, podía sufrir un susto tremendo. Y así fue, porque Man se plantó ante Casteels en una jugada que se le hizo eterna a los hombres de Tedesco. Se paró el tiempo en el Cologne Stadium mientras el jugador rumano encaraba al sustituto de Courtois, que con su cuerpo salvó el empate y evitó otro mal trago para su equipo.
Y así se llegó al final, con unos minutos finales de infarto para los corazones belgas. Entonces, apareció De Bruyne para sellar su partidazo y, ya de paso, el marcador. Después, Lukaku, en una última carrera en estampida, tuvo tiempo de chocarse contra Nita. Una vez más. Pero no importó, porque Bélgica sumó su primera victoria para tomar aire con tres puntos que consiguió pese al gafe del atacante con más mala suerte de toda la Eurocopa.
Ficha técnica:
- 2.- Bélgica: Casteels; Theate (Debast, min. 77), Castagne, Faes, Vertonghen, Doku (Carrasco, min. 72); Tielemans (Mangala, min. 72), Onana; De Bruyne, Lukaku y Lukébakio (Trossard, min. 56)
- 0.- Rumanía: Nita; Ratiu, Dragusin, Burca, Bancu; Marius Marin (Olaru, min. 65); Man, Razvan Marin, Stanciu, Mihaila (Hagi, min. 65); y Dragus (Alibec, min. 81).
Goles: 1-0, min. 2: Tielemans; 2-0, min. 80: De Bruyne.
Árbitro: Szymon Marciniak (Polonia). Mostró cartulina amarilla a Bancu (min. 58), Marius Marin (min. 65) por parte de Rumanía.
Incidencias: partido correspondiente a la segunda jornada del Grupo E de la Eurocopa disputado en el Colgne Stadium ante cerca de 50.000 espectadores. EFE
PREVIA
Derrotada por Eslovaquia en su estreno (0-1), Bélgica intentará enderezar el rumbo y callar a sus críticos con una victoria sobre Rumanía, que vive eufórica después de su gran puesta en escena ante Ucrania (3-0) y a la que ya comparan con la 'Generación Dorada' que lideró Gheorghe Hagi en los años 90. SIGUE EL MARCADOR EN VIVO AQUÍ.
Colonia será el escenario de un duelo con sensaciones antagónicas y de extremos. Por un lado, reina el pesimismo en Bélgica, mientras que por el otro hay un exceso de optimismo en Rumanía. Pero son los jugadores del combinado dirigido por Domenico Tedesco quienes tienen mucha más presión. Etiquetados en la última década como uno de los grandes favoritos para ganar cualquier Mundial o Eurocopa, la decadencia de su mejor generación silenció antes del inicio del torneo a todas esas voces que antaño pedían éxitos.
Sin esa ansiedad por ganar algo, Bélgica, fuera de la lista de favoritos en las apuestas, esperaba completar una buena Eurocopa lejos de los focos y con la tranquilidad que permite no tener altas expectativas. Sin embargo, en su primer intento desaprovechó esa condición de posible favorito oculto y falló con una derrota inesperada frente a Eslovaquia. Y, de nuevo, los focos apuntan al equipo de Tedesco.
Y es que, la realidad es que el técnico italiano tampoco ha podido afrontar el torneo sin los sobresaltos necesarios para que su concentración sea un remanso de paz. Antes de que el balón echara a rodar, la ausencia de Thibaut Courtois marcó el paso en la actualidad de Bélgica. Y, después de la caída ante Eslovaquia, es Romelu Lukaku y su falta de acierto quien acapara críticas entre los jugadores de Tedesco, que no dudará en volver a poner en el once al jugador del Roma cedido por el Inter.
Por lo menos, el técnico italiano recupera alguna de sus piezas tras comenzar la Eurocopa con varios lesionados. Aunque Thomas Meunier y Axel Witsel aún no están listos y pelean por superar por completo sus dolencias musculares, Arthur Theate, Jan Vertonghen y Youri Tielemans ya están recuperados. Aún necesitan algo de ritmo competitivo, pero Theate podría sustituir a Yanick Carrasco en el lateral izquierdo. Como mínimo, va a disputar el puesto a su compañero. Vertonghen y Tielemans, aún tendrán que esperar.
Enfrente estará Rumanía, la selección de Edward Iordanescu, que después de silenciar al aspirante a equipo revelación (Ucrania) con una goleada contundente necesita un empate para casi asegurarse su presencia en los octavos de final. Sería un hito para una selección que con anterioridad sólo había ganado un partido en la Eurocopa, 24 años antes y a Inglaterra (2-3). En apenas noventa minutos, se ha desatado una euforia excesiva para unos jugadores a quienes ya comparan con la 'Generación Dorada' que se exhibió en el Mundial de Estados Unidos de 1994 con figuras como Hagi, Florin Raducioiu, Gheorge Popescu, Miodrag Belodedici o Ilian Dumitrescu.
Sin embargo, en Rumanía no quieren que la equiparen con auténticos ídolos de su país. Tienen los pies en la tierra y jugadores como Andrei Burca se han apresurado a cortar de raíz esas ilusiones: "Es inevitable (las comparaciones con la Generación Dorada). Pero no podemos mirar atrás: tenemos que centrarnos en lo que estamos haciendo ahora. Sabemos lo que podemos hacer, pero ésta es una generación diferente: queremos forjar nuestra propia identidad. Somos la generación con el corazón más grande", dijo.
Por eso, Rumanía afrontará el choque ante Bélgica con humildad y conscientes de que se enfrentan a una selección de mucha mayor entidad. Sus jugadores no quieren que las expectativas sobre sus posibilidades sean excesivas y, como frente a Ucrania, jugarán con el máximo respeto por un rival en estado de alarma por una situación que podría ser crítica si no gana el partido.
Iordanescu, a diferencia de Bélgica, sí tiene a todos sus hombres disponibles. No tiene ni lesionados ni sancionados. Y, con Nicolae Stanciu a la cabeza, ahora mismo el jugador más mediático de Rumanía después de su puesta en escena en su estreno, Rumanía jugará con los mismos hombres que trituraron a Ucrania. Sólo hay una duda: Valentin Mihaila, un fijo en las alineaciones de su seleccionador pero ausente en el primer partido por un problema de salud, podría entrar en el lugar de Florinel Coman. Sus consistentes actuaciones en el Parma pueden decantar la balanza a su favor. EFE