¿El arma secreta? Las sedes inesperadas donde podría jugar la Selección Peruana para las Eliminatorias 2030

La Selección Peruana cerró el año con una victoria que trajo algo de calma tras un periodo marcado por la frustración y la irregularidad. El triunfo por 2-0 ante Bolivia en un amistoso disputado en Chincha, en el estadio Félix Castillo Tardío, no solo sirvió para reencontrarse con el resultado, sino también para abrir el debate sobre el futuro inmediato de la ‘blanquirroja’. Luego de quedar fuera del Mundial de Norteamérica 2026, en Videna ya se piensa en el siguiente proceso clasificatorio, y las decisiones que se analizan prometen generar polémica.

Durante gran parte del 2025, la Selección Peruana atravesó momentos complicados, con resultados adversos y un ambiente de incertidumbre que se trasladó a la afición. En ese contexto, la Federación Peruana de Fútbol (FPF) entiende que no puede repetir los mismos errores si quiere volver a ser competitiva a nivel sudamericano. Por ello, más allá de nombres y proyectos deportivos, se estaría evaluando una estrategia distinta en cuanto a las sedes donde Perú jugaría como local en las Eliminatorias rumbo al Mundial 2030.

El amistoso ante Bolivia, además de servir como preparación, fue el escenario donde se deslizó una información que sorprendió a muchos. En plena transmisión televisiva, se revelaron detalles de un plan que busca aprovechar la geografía del país como un factor clave frente a las potencias del continente. La idea apunta a diversificar los escenarios y dejar de depender exclusivamente de Lima como sede principal.

Las sedes insólitas sedes de altura

Según reveló el periodista Jampool Cuadros, la intención de la FPF es establecer un sistema de sedes múltiples para el próximo proceso clasificatorio. "La selección nacional, o en todo caso la Federación Peruana de Fútbol, tiene como intención para la próxima Eliminatoria poner la primera sede a Lima, pero como segunda sede a Puno para llevar allá a selecciones como Colombia, Argentina, Uruguay y Brasil“, señaló durante la transmisión. Esta declaración dejó en claro que el objetivo sería incomodar a los rivales más fuertes utilizando la altura como aliada.

El propio comunicador amplió la explicación y dio más luces sobre el plan que se evalúa en Videna. “En Lima recibir a las demás selecciones. La idea es sacar ventaja de la altura, y en la tercera sede estaría Cusco”, agregó. De concretarse, Perú cambiaría radicalmente su enfoque como local, apostando por escenarios que históricamente han sido complejos para equipos acostumbrados al nivel del mar.

Puno aparece como la principal novedad en esta posible reestructuración. La región cuenta con el estadio Guillermo Briceño Rosamedina, ubicado en Juliaca, que tiene capacidad para cerca de 20 mil espectadores y una altitud superior a los 3.800 metros sobre el nivel del mar. Este recinto ya fue utilizado en torneos internacionales, como la Copa Libertadores 2020, cuando Deportivo Binacional hizo de local allí, demostrando que cumple con estándares exigentes.

Cusco, por su parte, vuelve a escena como una alternativa que siempre estuvo sobre la mesa. El estadio Inca Garcilaso de la Vega, situado a unos 3.400 metros de altitud, nunca albergó un partido oficial de la selección absoluta, pero su infraestructura y experiencia en torneos internacionales lo convierten en una opción viable. La posibilidad de ver a potencias como Brasil o Argentina jugando ante la Selección Peruana en estas condiciones genera expectativa, pero también debate sobre logística, preparación y adaptación del propio plantel nacional.