¡CinemarkPerú se queja! La cadena inicia campaña para que los cines no quiebren

En el Perú, las salas de cine cerraron a inicios de 2020 luego de que el gobierno decretará cuarentenas estrictas al detectar los primeros contagios en el país. Han pasado 15 meses de eso y hasta el momento, las cadenas de cines no han podido abrir sus puertas generando desempleo y grandes pérdidas.

Ante esta situación, una de las cadenas más importantes en el país, Cinemark Perú, realizó una campaña en las redes sociales en la que pedía al Ministerio de Salud permitirles abrir y vender comida en sus dulcerías, las cuales, son las que les permiten sobrevivir y obtener mayores ganancias.

“Cuando la venta de alimentos sí es permitida en otros lugares, pero en el cine, siendo un lugar con renovación de aire constante y seguro, aún no. Ministerio de Salud del Perú, escúchanos. #NoDejemosMorirElCine”, escribió.

Pero eso no fue todo, ya que e publicaciones anteriores, Cinemark Perú compartió varias capturas de pantalla de diversas noticias que indicaban que la industria cinematográfica en el país está al borde de la quiebra.

Estas publicaciones dividieron a los internautas ya que mientras algunos consideraban que los cines son espacios cerrados -a diferencia de los restaurantes- y que los excesivos precios de su dulcería les están pasando factura, otros escribieron lo mucho que extrañan asistir a sus salas más allá de los precios, por la experiencia.

La Asociación Nacional de Salas de Cinematografía se pronuncia

En ocasiones anteriores, Mónica Ubillús, presidente de la Asociación Nacional de Salas Cinematográficas (ANASACI), habló al respecto y dio a conocer la problemática a la que se enfrenta el mencionado sector.

Ubillús explicó que no solo se han visto afectados todos aquellos que eran empleados de esta industria sino también, explicó por qué es necesario incluir la venta de alimentos en estos lugares.

Según señaló, las cadenas de cines pagan el doble de impuestos del ticket promedio de 10 soles. Además, específico que lo demás, va para el distribuidor de la película, haciendo que su ganancia se reduzca solo a 3.6 soles, por lo que es necesario abrir las dulcerías ya que son su mayor parte de ganancia.

A esto se suma el cambio constante del equipo del Minsa lo que ha retrasado las negociaciones para poder darle una esperanza a la industria cinematográfica en el país.