Liverpool pasó susto para vencer al Salzburgo en la Champions League

El Liverpool y el Red Bull Salzburgo ofrecieron una inolvidable velada futbolística en Anfield repleta de ritmo, adornada con una remontada tan impensable como infructuosa y sellada finalmente con siete goles, y victoria de los locales por 4-3.

Debutaba el vigente campeón de Europa ante su público después de caer en su visita a Nápoli la primera jornada. Hubo pues un recibimiento caluroso por parte de la grada que no pareció intimidar a los austriacos.

De hecho tuvieron la primera, un tiro de Minamino desde fuera del área que pasó cerca del palo tras recuperar los suyos el esférico aprovechando una mala salida de balón de Joe Gómez. El aviso despertó a los 'reds', desatándose un periodo de apoteósis local.

Mané ejerció de maestro de ceremonias, adelantando a los ingleses en el nueve tras una gran arrancada en banda a la que dio continuidad una pared al primer toque de Firmino. Ya dentro del área el senegalés superó al arquero en su salida para ajusticiar al que fuera su equipo.

Si bella fue la jugada del primero, no lo resultó menos la del 2-0. Robertson inició en campo propio desde su posición de lateral izquierdo y acabó finiquitando casi debajo del larguero el centro puesto desde la banda opuesta por el otro lateral, Alexander-Arnold. Henderson y Salah pusieron de su parte entre medias.

Hubo más ya que este último cerró el espectáculo tocando sin apenas oposición un rechace del arquero posterior a un cabezazo de Firmino. Duro golpe para el Salzburgo que, aún así, asomaba de vez en cuando y que consiguió recortar distancias cuando Hwang definió con un golpeo potente después de romper la cintura de Van Dijk.

Parecía que era engordar para morir pero el tanto dio alas a los Jesse Marsch, quienes volvieron al césped tras el descanso con un saco de fe. Esas esperanzas, en apariencia infundadas, más cierta parsimonia del rival fueron la fórmula de una remontada memorable.

Un fallo de Adrián pudo costar el primer disgusto. Y también probó Hwang desde la frontal. No acertó ahí el surcoreano pero sí poco después al servir una gran asistencia que capturó Minamino según caía para poner el 3-2. Quedaba todavía un sorbo de inspiración ofensiva, apurado por Haaland cuando empujó un pase de la muerte de Minamino.

Sin que pareciera saber cómo al anfitrión le habían levantado una ventaja de tres goles, lo que le obligaba a remar de nuevo para evitar un sonoro fracaso. Apareció para rescatarle Salah, batiendo con un toque sutil al cancerbero después de recibir un balón de cabeza desde la media luna de Firmino. Fue la guinda a una de esas noches que ilustran la grandeza de la máxima competición europea.

EFE

Ficha técnica:

Liverpool: Adrián; Alexander-Arnold, Gómez, Van Dijk, Robertson; Fabinho, Henderson (Milner, min.62), Wijnaldum (Origi, min.64); Salah (Keita, min.90), Mané y Firmino.

Red Bull Salzburgo: Stankovic; Nissen, Onguene, Wöber, Ulmer; Minamino, Mwepu, Junuzovic (Ashimeru, min.78), Szoboszlai (Okugawa, min.70); Daka (Haaland, min.56) y Hwang.

Goles: 1-0, min.9: Mané. 2-0, min.25: Robertson. 3-0, min.36: Salah. 3-1, min.39: Hwang. 3-2, min.56: Minamino. 3-3, min.60: Haaland. 4-3, min.69: Salah.

Árbitro: Andreas Ekberg (Suecia). Amonestó a Fabinho (min.86).

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PREVIA

Luego de un mal arranque en el que cayó 2-0 contra el Nápoli, los ‘Reds’ quieren recuperarse con su gente y por eso, tomarán en cuenta una estadística que los avala en la competencia. Y es que en la última temporada los dirigidos por Jurguen Kloop han ganado cinco de sus seis partidos en dicha condición. A ello hay que sumarle que mantienen un invicto de 22 encuentros en competiciones europeas.

Asimismo, son cómodos líderes en el campeonato de Inglaterra con 21 puntos, pudiendo salir airosos en 9 de 11 duelos hasta el momento. En ese sentido, la solidez de su defensa comandada por Virgil Van Dijk hace que sea un cuadro difícil de interceptar, por lo que la tarea no estará nada fácil para su rival de turno.

Por su parte, el Salzburgo es el lado contrario a una de las virtudes más destacadas de los locales. Pues, el elenco austríaco ha anotado 45 goles en sus últimos diez partidos oficiales, incluyendo los seis de la jornada inicial de Champions.

El cuadro visitante ha tenido un arranque claramente para aplaudir, con ocho triunfos consecutivos. Esto lo hace un equipo de temer realmente y en esta mitad de semana quiere volver a celebrar, consiguiendo de paso que puedan ir asegurando un puesto en la siguiente fase de la Liga de Campeones.

Cabe resaltar, que estos dos clubes no presentan un historial de enfrentamientos en Champions, por eso este podría marcar desde ya un margen que de ahí en más será establecido. 

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