Por: EFE • Futbolperuano.com

Barcelona venció por la mínima a Real Madrid en la ida de la semifinal de la Copa del Rey

Un autogol de Militao le permitió la victoria a Barcelona sobre Real Madrid en la semifinal de la Copa del Rey.

Actualización
Barcelona venció a Real Madrid en semis de la Copa del Rey. Foto: EFE
Barcelona venció a Real Madrid en semis de la Copa del Rey. Foto: EFE

Un autogol de Militao le permitió la victoria a Barcelona sobre Real Madrid en la semifinal de la Copa del Rey.

El momento de inestabilidad del Barcelona se cerró con un ejercicio defensivo sobresaliente en el estadio Santiago Bernabéu, vencedor de su segundo clásico consecutivo gracias a un error grave de Camavinga y la mala fortuna de Militao al marcar en su propia puerta, en un duelo de ida de semifinales de dominio improductivo del Real Madrid, sin remates a Ter Stegen.

Alejado de la visión contemplativa del derbi, al Real Madrid le sobró voluntad pero le faltó acierto en los últimos metros. Un contraste con un Barcelona que, condicionado por las circunstancias, las bajas claves de pilares como Pedri, Dembélé y Lewandowski, no tuvo reparos en renunciar 90 minutos a su identidad y adaptarse a una nueva. Supliendo con batalla el bajón de calidad que aportan los sustitutos. Sabiendo adaptarse a un tipo de partido en el que tocaba sufrir.

El Real Madrid sintió el clásico como una oportunidad de oro para alimentar la duda del eterno enemigo en su primer momento de inestabilidad del curso. Y salió con ganas de demostrarlo. Tantas que a los pocos segundos Modric desperdició la ocasión más clara. Soprendido de verse tan libre de marca pero chutando al lateral de la red. El dibujo de partido opuesto a la final de la Supercopa de España.

Provocó el fallo repetido en salida de balón barcelonista el ímpetu madridista y le metió el ritmo adecuado a la posesión. Intenso, combinando con calidad hasta que entraba en la zona donde se fabrican los goles y se apagaba. Como Vinícius ante un nuevo marcaje estrecho de Araujo. Sin lucidez donde suele cambiar el rumbo de los partidos. Impreciso en el pase final en las pocas ocasiones que salió airoso.

Los momentos de superioridad inicial del Real Madrid fructificaron en un gol anulado por fuera de juego a Benzema, afinado en el control y la definición por única vez en el partido. El Barcelona tenía en mente un duelo a 180 minutos, no encontró referentes en la salida de balón pero sí un giro al guion del partido inesperado. En su primera llegada al área y a la portería rival, aprovechando un regalo en el inicio de jugada de Camavinga, asestó un golpe.

Kessie fue el receptor del regalo, se midió a Courtois en el uno contra uno y se alió con la fortuna de ver como su disparo fue rechazado por el portero, rebotó en Militao y rozó en Nacho para meterse en la portería blanca. Inicialmente anulado por fuera de juego, desató la incredulidad tras la corrección del VAR. Al Real Madrid le tocaba, de nuevo, remar a contracorriente. Ya lo hizo en Copa ante Villarreal y Atlético de Madrid.

La valentía de Ancelotti en Anfield, aceptando el intercambio de golpes, se transformó en recelo en el clásico. La figura de Fede Valverde en el tridente refuerza la superioridad en el centro del campo pero resta una figura que genere desequilibrio pegado a la banda derecha como generan Rodrygo o Asensio. Al Real Madrid le faltó presencia en el área. Murió en centros a la nada que reforzaron la fortaleza de Koundé y Marcos Alonso, cuando no la seguridad por alto de Ter Stegen. No hubo más disparos que un centro que se envenenó.

Al Barcelona se le planteaba la opción de matar la eliminatoria al contragolpe. La desaprovechó entre imprecisiones de Ferran y falta de acierto en el uno contra uno de Raphinha. Gavi desaprovechó la más clara del primer acto y Ansu Fati impidió el segundo, en disparo a placer de Kessie, cuando Courtois ya estaba batido.

Habría sido el premio a la resistencia de un Barcelona que se limitó a defender y concedió muy poco. Carvajal chutó al cielo de Madrid un pase preciso de Kroos antes del descanso y los intentos de Vinícius y Camavinga en el arranque del segundo tiempo no encontraron portería.

Un Real Madrid sin red se volcó, asfixió al Barcelona, lo hizo todo bien salvo en la fase final del juego. Su asedio sin premio tuvo un factor clave, la falta de rematadores. Ancelotti tardó 67 minutos en meter a Rodrygo y 84 en dar paso a un '9' puro como Álvaro Rodríguez. Poco dado a la apuesta por la cantera, la continuidad al punta del Castilla muestra carencias en la planificación y el fracaso en el último intento con Mariano.

Los duelos eran ganados todos por el Real Madrid. Las ayudas defensivas, como las de Busquets el día en el que se convertía en el rey del clásico, eran azulgranas. Ni una intervención de mérito de Ter Stegen, respaldado por un esfuerzo defensivo con premio de sus compañeros. Un disparo lejano de Rodrygo no evitó un partido sin tiros a puerta que aumenta la impotencia madridista en el clásico y refuerza al Barcelona, que tiene la final de Copa del Rey en su mano.

PREVIA

El primero de los tres clásicos que en un mes protagonizarán Real Madrid y Barcelona, en la ida de las semifinales de la Copa del Rey, se presenta con aroma de revancha para el madridismo tras la derrota sin oposición en la final de la Supercopa de España de enero y como una gran oportunidad de instalar la duda en el equipo de Xavi Hernández, tras dos derrotas consecutivas.

Este encuentro se disputará este próximo jueves 02 de marzo desde las 15:00 horas peruanas (20:00 GMT) en el Estadio Santiago Bernabéu. Además, podrás SEGUIR EL MARCADOR DESDE AQUÍ.

El gran duelo del fútbol español llega marcado por las bajas de futbolistas importantes de Xavi, con la ausencia del genio que marca el ritmo, Pedri, su jugador más desequilibrante Ousmane Dembélé y el goleador Robert Lewandowski, ante un Real Madrid con lecciones aprendidas.

Le faltó "compromiso" y "contundencia" en la final de la Supercopa de España, como reconoció el propio Carlo Ancelotti. Falta de hambre de éxito. La que le sobró al Barcelona para dar el primer título de la 'era Xavi'. Errores que no puede permitirse un Real Madrid que da valor a la Copa del Rey según va acercándose a la final tras demostrar que quiere la competición. Las remontadas en duelos de alta exigencia, ante el Villarreal y el Atlético de Madrid en las rondas previas, así lo atestiguan.

Encara el clásico como la oportunidad de asestar un golpe que haga mella en su eterno enemigo. Sintiendo su primer momento de duda tras su segunda eliminación europea del curso y el inesperado batazaco de Almería en una Liga que podía dejar sentenciada. La dificultad de remontar esos siete puntos y la complejidad de jugarse todo a una carta en la Liga de Campeones, aumentan la importancia de la Copa del Rey en la casa blanca.

Los ochos partidos de febrero pasaron factura en el derbi. Un Real Madrid apagado en el físico y cortocircuitado mentalmente, salvó un empate ante el Atlético de Madrid y se mantiene invicto en el estadio Santiago Bernabéu. Ha tenido cinco días para recuperar fuerzas y, de paso, al brasileño Rodrygo Goes, al que tanto añoró en un ataque sin ideas.

Es la novedad en la convocatoria de Ancelotti pero no apunta al equipo titular. Recién recuperado de un desgarro muscular, por su eficacia como jugador revulsivo desde el banquillo. La responsabilidad ofensiva recaerá en su compatriota Vinícius, en el reencuentro con Ronald Araujo que lo secó en la Supercopa, y en Karim Benzema, cuya versión más letal necesita el Real Madrid en el momento decisivo en el que se adentra.

Con las bajas en el lateral izquierdo de Ferland Mendy y David Alaba, con continuidad para Nacho Fernández, la única duda por despejar por Ancelotti reside en un centro del campo donde todo hace indicar que regresará la experiencia conjunta de Toni Kroos y Luka Modric. Entre Aurélien Tchouaméni y Eduardo Camavinga saldrá el mediocentro defensivo si es que el técnico italiano no decide apostar por ambos para aumentar el físico tras ver como el último clásico lo comenzó a perder desde la batalla de la medular.

Un Barcelona repleto de dudas, las generadas por la última derrota contra pronóstico en Almería (1-0), se sabe en el momento culminante de la temporada y afrontará el primero de los tres clásicos en pocos días ante el Real Madrid, consciente de que se juega algo más que una eliminatoria.

Está en juego el componente anímico, la posibilidad de volver a creer en sí mismo y considerar que lo ocurrido en Almería fue un accidente después de una inmaculada trayectoria en LaLiga desde el pasado octubre, cuando perdió en el Bernabeu.

Y allí volverá este jueves para medirse a sus miedos, para convencerse de que los siete puntos que lleva en el campeonato doméstico ante el Real Madrid son suficientes, aunque el partido de mañana sea la ida de un enfrentamiento copero.

Pero es que resulta imposible no relacionar esta eliminatoria con LaLiga, porque en función del resultado, el equipo merengue puede volver a creer en si mismo en el campeonato doméstico y asestar un golpe anímico a los azulgrana, que últimamente no andan sobrados de confianza entre bajas y la eliminación de la Liga Europa en Old Trafford.

Será el primero de los tres clásicos y una ida de semifinales de la Copa del Rey. El segundo y el tercer asalto se jugarán en el Camp Nou: el 19 de marzo, el enfrentamiento liguero, y el 5 de abril, la vuelta de las semifinales de Copa.

Para el encuentro de este jueves, Xavi Hernández tiene unas cuantas bajas importantes. A las ya conocidas de Ousmane Dembélé y de Pedri González, se ha sumado la del polaco Robert Lewandowski, que sufre una sobrecarga muscular y es baja por un periodo indeterminado.

La única nota positiva es el regreso a los entrenamientos de Ansu Fati, ausente en la lista ante el Almería. Sin embargo, su errática trayectoria no le dan muchas opciones de estar en el equipo titular mañana en el Bernabéu.

Ante la baja de Pedri, Xavi Hernández volverá a plantear un partido con un refuerzo en la medular y un dibujo con 4-4-2 en fase defensiva, con Gavi por la izquierda y Frank Kessié como acompañante de Frenkie de Jong. Sergio Busquets volverá a ser el mediocentro director.

En ataque, con solo dos plazas disponibles, todo apunta a Rafinha y a Ferran Torres, dos jugadores muy irregulares, que son capaces de lo mejor, pero también de firmar actuaciones mediocres. Ansu Fati quedaría en la recámara.

La única duda en defensa estriba en el lateral izquierdo. Si Xavi quiere darle a su equipo un aire más defensivo, seguramente contará con Jordi Alba, si por el contrario necesita más proyección en ataque, será Alejandro Balde el elegido. En el resto de posiciones, no hay dudas. En la puerta Ter Stegen y la tripleta de centrales (Koundé, Araujo y Christensen) tienen un puesto fijo, con la duda de si será el francés o el uruguayo, quien ocupe el lateral diestro.