Equipos de peruanos implicados en red criminal

Los equipos de Sergio Peña y André Carrillo están implicados en una red criminal para desviar fondos de la venta de jugadores.

Futbolperuano.com
Futbolperuano.com

Los equipos de Sergio Peña y André Carrillo están implicados en una red criminal para desviar fondos de la venta de jugadores.

Granada y Watford, equipos donde militan los peruanos Sergio Peña y André Carrillo, son acusados de formar un triángulo mercantil con el Udinese de Italia para ocultar fondos provenientes de la venta de jugadores en un paraíso fiscal en Luxemburgo.

Te puede interesar: Paolo Guerrero volvería a entrenar con Flamengo en marzo

Según el magistrado de la Audiencia Nacional, José de la Mata, los empresarios Quique Pina (representante de futbolistas), Gino Pozzo (presidente del Granada y del Udinese) y Raffaele Riva serían los cabecillas de esta red criminal que habían desviado fondos de la venta de jugadores y comisiones derivadas de los traspasos entre el año 2006 y 2016.

Gino Pozzo habría creado varias empresas para administrar su patrimonio en el extranjero. Una de ellas es Grup Serton 33 SLU, que en el año 2011 firmó un contrato con el Granada para la prestación de servicios de asesoramiento. Es aquí donde aparece Raffaele Riva, quien habría sido administrador de Diversity Sports Investment, empresa de la que Pozzo también era dueño.

Otro de los clubes implicados en esta red sería el Cádiz. El magistrado también incluyó en la investigación al actual director deportivo Juan Carlos Cordero, quien tenía conocimiento de las irregularidades en la venta de futbolistas. Es más, afirma que Cordero y Pina habían llegado a un acuerdo para adquirir facturas de materiales de construcción con el fin de pagar menos impuestos y simular préstamos personales para burlar el control financiero.

Un dato curioso, pero no menos importante, es el que ocurre con el futbolista venezolano Adalberto Peñaranda. El actual jugador del Málaga llegó en el año 2015 al Udinese y desde ahí fue prestado al Granada y luego comprado por el Watford en el 2016. Luego fue prestado al Granada y retornó al Udinese. Un “triángulo” extraño que de seguro será tomado en cuenta por las autoridades españolas.