Gakpo y Malen clasifican a Países Bajos a cuartos de final de la Eurocopa 2024
Países Bajos goleó a Rumanía y se metió entre los ochos mejores de la Eurocopa 2024.
Países Bajos goleó a Rumanía y se metió entre los ochos mejores de la Eurocopa 2024.
Beneficiado por un afortunado cruce en los octavos de final, más aún con su condición de tercera de grupo, la selección de Países Bajos recuperó su intensidad, repuso su convicción y resultó ganadora irrebatible de su duelo contra Rumanía, desactivada por el gol de Cody Gakpo, que marcó la diferencia visible entre ambos equipos con el 0-1, ampliada en los instantes finales por el doblete de Donyell Malen.
La distancia en el marcador fue, incluso, más corta que en el terreno, propiedad del equipo neerlandés desde el primer gol hasta el final, con ocasiones suficientes, sobre todo en el segundo tiempo, para haber ido mucho más allá en los guarismos, sin permitir la reacción jamás de su adversario y reencontrado con una versión mucho más acorde a los jugadores y al equipo del que dispone en Alemania 2024.
El partido fue de 20 veinte minutos. Animada Rumanía, con presión, atrevida, con la ambición de retarse con su propia historia, con el legendario Gica Hagi como testigo, con un par de acciones más que inquietantes para Vebruggen, se quedó en eso; en cuanto Países Bajos impuso la calidad de su futbolista más en forma y su mejor goleador: Gakpo, ya con tres tantos en el torneo.
Ya había trazado su plan. Su objetivo era encarar, el uno contra uno, por su lado frente a Andrei Ratiu. Lo anunció en la víspera y lo concretó sobre el terreno abierto que encontró en unas cuantas ocasiones. Lo desbordó hacia afuera para perfilarse y soltarse la derecha con el que relanzó a Países Bajos, tras los últimos días de tensión, crítica y conversación.
Era el minuto 20. Su tiro, potente, muy cercano, 121 kilómetros por hora para recorrer tan solo seis metros, fue inalcanzable para Nita, por más que el balón fue al palo corto, al suyo, aunque con la potencia y la colocación suficientes como para batirlo, sin que haya una responsabilidad evidente del cancerbero. El gol, el 0-1, fue el principio del fin para Rumanía.
Países Bajos se adueñó del partido. Sin balón y con él. En cada sector, emergió superior, con las ideas mucho más definidas, aparte de la diferencia de talento ya asumida y patente desde el mismo momentos que la Eurocopa 2024 los emparejó en los octavos de final, por mucho que Rumanía lucía como primera del grupo E y su rival surgía como tercero del D.
Vendado Ianis Hagi, fuera de combate después Mogos, sustituido por un golpe en la cabeza, en ambos casos por el impacto contra Dumfries, el conjunto neerlandés lo controló prácticamente todo. También generó más. No acertó Memphis en dos ocasiones, una de ellas con un remate franco al borde del área pequeña en el que le falló el control, mientras Dragusin acudía al rescate de cada desajuste de la defensa rumana, expuesta, vulnerable. Luego erró en el 0-2, ya en el tramo final.
Hubo el cambio que pretendía Koeman. En actitud, en intensidad, en ataque, en defensa, en el medio campo. Se aplicó mucho más el equipo neerlandés en su segunda y última oportunidad en el torneo. Conocida la decepción por el 2-3 contra Austria, la lección parece aprendida por el grupo neerlandés, que insistió e insistió, ya con opciones hasta para golear.
En el minuto 55, la ventaja era más que corta. Porque Memphis perdonó, porque Van Dijk estrelló un cabezazo en el poste, porque Gakpo tentó su 'doblete', negado por el guardameta, pero todo dentro de la sensación inequívoca de que el domingo era tan abrumador que la sentencia era sólo una cuestión de tiempo y de pegada, sometido como tenía a Rumanía, cuyas jugadas de ataque eran una aventura más que una proposición real.
Mucha diferencia, sólo limitada en el resultado por las paradas de Nita, la propia falta de ineficacia neerlandesa y los centímetros que se adelantó Gakpo (y detectó el VAR) para su gol invalidado rebasada la hora del duelo en Múnich. Ni de rebote lograba el 2-0 Países Bajos, hasta que Gakpo se inventó el gol con un pase atrás para Malen y para la certificación de la victoria, agrandada de nuevo por Malen al contragolpe. En cuartos, Austria o Turquía.
Ficha técnica:
0 - Rumanía: Ni?a; Ratiu, Dragusin, Burca, Mogos (Racovitan, m. 37); Marius Marin (Cicaldai, m. 72); Man, Razvan Marin, Stanciu (Olaru, m. 88), Ianis Hagi (Mihaila, m. 72); Dragus (Alibec, m. 72).
3 - Países Bajos: Verbruggen; Dumfries, De Vrij, Van Dijk, Aké (Van de Ven, m. 69); Reijnders, Schouten (Veerman, m. 69); Gakpo (Weghorst, m. 84), Xavi Simons, Bergwijn (Malen, m. 46); Memphis (Blind, m. 92).
Goles: 0-1, m. 20: Gakpo. 0-2, m. 83: Malen. 0-3, m. 93+: Malen.
Árbitro: Felix Zwayer (Alemania). Amonestó con tarjeta amarilla a los rumanos Marius Marin (m. 67) y Stanciu (m. 81) y al neerlandés Dumfries (m. 77).
Incidencias: partido correspondiente a los octavos de final de la Eurocopa 2024 disputado en el Múnich Arena ante unos 66.000 espectadores. EFE
PREVIA
Dañada por la derrota contra Austria, con tres goles en contra un año después, inmersa en un proceso rápido de recomposición en los últimos días, con "palabras duras y necesarias" en sus charlas internas, Países Bajos y Ronald Koeman afrontan una segunda oportunidad, aún viva, incluso favorita, en su duelo de este martes contra Rumanía en los octavos de final de la Eurocopa 2024 en Leipzig. SIGUE EL MARCADOR EN VIVO AQUÍ.
Hace una semana, todo eran dudas para el conjunto neerlandés. Doblegado por Austria, relegado a la tercera plaza, decepcionante y decepcionado por su propia actuación, el técnico y los jugadores abrieron un 'gabinete de crisis' en su concentración en Wolfsburgo, con diversas conversaciones para hacer autocrítica, asumirla y resurgir hacia adelante.
"Se ha hablado mucho, con palabras duras, por supuesto. Son necesarias. Hemos hablado mucho, pero lo mantenemos en privado. Hemos visto imágenes del partido. Han ocurrido algunas cosas. Ahora es el momento de demostrarlo realmente dentro del campo. Es lo más importante", tomó la palabra el pasado viernes Virgil Van Dijk, el capitán, peso pesado del vestuario. Dos días después fue Memphis Depay, con suma ascendencia en el equipo.
Aparcada la crisis, la visión es hoy distinta. Desde la concentración neerlandesa se habla de unión, de un objetivo común, de las posibilidades que aún conserva para transformar su incierto inicio del torneo (la victoria por 1-2 contra Polonia, el empate sin goles contra Francia y la derrota por 2-3 contra Austria) en un impulso para las eliminatorias decisivas.
Ha renacido el equipo, cuyo cuadro es una invitación a la convicción. Más allá de Rumanía, si consigue superarla, aparecen Austria o Turquía. Y, más allá, ya en semifinales, Inglaterra o Suiza.
Por el otro lado, compiten España, Alemania, Portugal, Francia, Bélgica... Pero todo pasa por el reencuentro del equipo con una competitividad indispensable para avanzar.
Advertida está Países Bajos, entre el entusiasmo de Rumanía, cuya celebración, impaciente, en la banda, de la clasificación para los octavos de final da la envergadura de todo lo que significa para la selección y el fútbol rumano. No juega unas eliminatorias de una gran competición desde la edición del año 2000 del torneo continental, cuando se pasaba directamente de la fase de grupos a cuartos de final, donde fue doblegada 2-0 por Italia.
24 años después de aquel momento de Bogdan Stelea, Miodrag Belodedici, Cristian Chivu, Constantine Galca, Dorinel Munteanu, Adrian Mutu o Gica Hagi, está de nuevo frente a la historia, con todo el merecimiento que implica su incontestable triunfo contra Ucrania en la primera jornada; nada más el segundo en sus 19 encuentros en esta competición, consciente de que aún está muy lejos de aquella generación de futbolistas.
Tan solo ha ganado una vez en sus catorce enfrentamientos contra Países Bajos, en octubre de 2007 por 1-0. Ha perdido diez de sus duelos, los cuatro últimos de forma consecutiva, y ha empatado otros tres. El conjunto neerlandés marcó 29 goles... Y Rumanía tan solo tres.
Otro reto para el conjunto de Edward Iordanescu, que ha compactado un bloque firme en defensa y que se despliega hacia el ataque con Nicolae Stanciu, Dennis Man o Razvan Marin.
Memphis Depay es indiscutible en el once de Ronald Koeman, como también Cody Gakpo, su mejor goleador en este torneo, con dos tantos. A Xavi Simons, suplente contra Austria, tras dos titularidades y por debajo de las expectativas en el primer y segundo choque, también se le espera en el once. El pasado martes sustituyó a la media hora a Joey Veerman, cambiado en el minuto 36 por el técnico, entre su desafortunado partido. EFE