Copa Perú 2022: Social El Olivo busca saldar la deuda del fútbol abancaíno

La ciudad de Abancay y, en general, el departamento de Apurímac llevan años esperando por ingresar al mapa futbolístico del balompié peruano, puesto que nunca han tenido a un equipo que los represente en la primera división.

En ese sentido, Social El Olivo se presenta como la esperanza abanquina de llegar a la Liga 1 del 2023. Este representativo ha logrado clasificarse a los octavos de final de la etapa nacional de la Copa Perú, soñando así con meterse a la 'Finalísima'.

El 'equipo del gallo' viene siendo una de las sorpresas del torneo ya que, luego de haber logrado el subcampeonato departamental de Apurímac, superó la primera fase de la etapa nacional en el segundo lugar, igualando en puntaje con el líder Deportivo Garcilaso.

Ya en la segunda fase, corroboró su buen momento al eliminar al Sport Cáceres de Ayacucho, en una serie que se le perfilaba complicada.

De esta manera, Social El Olivo busca llevar a Abancay y a Apurímac a la primera división de nuestro balompié, algo que no pudieron hacer los tradicionales DEA, Miguel Grau ni José Arguedas.

Los educadores fueron los que más cerca estuvieron de poner al fútbol abancaíno en la máxima categoría ya que, en el 2003, disputaría la final de la Copa Perú ante la Universidad César Vallejo, cuadro que se quedó con la victoria y por ende con el título.

El mismo DEA había alcanzado las semifinales del 'Torneo del Fútbol Macho' en 1999, pero fue eliminado por el Alfonso Ugarte de Puno.