Peruanos en el Exterior

Por: Moisés Chávarri De Jesús • Futbolperuano.com

En la 'Cueva' de un 'Bravo': Una nota semblanza del futbolista

Todo ser humano tiene luces y sombras. Las primeras saltan a la vista en público. Las segundas, a veces, solo se manifiestan en privado. ¿El pecado de Christian Alberto Cueva Bravo? Haber mostrado ambas a todos.

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Todo ser humano tiene luces y sombras. Las primeras saltan a la vista en público. Las segundas, a veces, solo se manifiestan en privado. ¿El pecado de Christian Alberto Cueva Bravo? Haber mostrado ambas a todos.

Día 23 de noviembre de 1991. Trujillo veía la luz de un niño particular. Todos los bebés patean desde el vientre, pero no todos lo siguen haciendo una vez que salen de él. Sin embargo, el padre del pequeño Christian lo ayudaba a no perder la costumbre, y en su natal Huamachuco, tras una prueba realizada por la San Martín, el 'milagro' se le dio a la familia Cueva-Bravo: el chiquitín viajaría a Lima para quedarse en el 'albo'.

Los días (y sobretodo las noches) lejos de la familia dieron su primer fruto en 2008: la César Vallejo, también nacida en Trujillo, vería a un hijo de la región rebelarse solo por 90' minutos, vistiendo una remera 'santa' y un talento 'diablo'. “Con una camiseta más grande que él y cortada en los extremos para que le entalle, ingresó al campo”, dijo alguna vez Víctor Rivera, DT de los de Santa Anita sobre el debut del jugador. El 'Chino' abrió bien los ojos y supo que, con los años, toda camiseta le quedaría 'bien puesta'.

Cuando un 'Ángel' llegó a San Martín, le puso la 'Cappa' de enganche al jugador, que hasta ese entonces, solo se había desempeñado como volante o extremo. El olfato de aquel argentino tuvo, en total, 20 goles en 5 temporadas para el joven futbolista de toque corto y largo talento, quien decidió, en 2012, volver a su parentela para hacer felices a los suyos fichando por la César Vallejo. Aunque claro, aquella ley bíblica que habla de la ingratitud de la tierra por su profeta no estaría nada lejos de fallar. 

Pero valgan verdades, aquí el que realmente falló fue el hombre y no la regla: problemas de indisciplina le dieron solo media temporada en el cuadro 'poeta'. ¿Su premio? Fichar por un club del extranjero, la Unión Española de Chile. 
Sí, desde hace mucho, la vida viene consintiendo a Cueva cuando nadie -nisiquiera él- se lo esperaban.

Ser campeón en Santa Laura, hizo que en Vallecas, Madrid, se pusieran atentos. Y con la rapidez de un 'Rayo', Cristian Alberto pasaba de Chile a España para hacer dos de las cosas que más le gustan a los peruanos, jugar bonito, y hablar bonito: "Que el club tenga los colores de mi país, me motiva", señaló en su presentación . Y en un dos por tres, el que juagaba en las lozas de Huamachuco ahora lo hacía frente al Atlético de Madrid.

La poca alternancia lo trajo de vuelta al Perú. Hizo Alianza con su pueblo y le dio al 'íntimo' club de Lima más sonrisas que heridas. La Copa América del 2015 esperaba por él, por más que se haya hecho expulsar con el elenco 'Blanquiazul' de forma absurda, empujando al árbitro. 

En medio de las críticas, logró el tercer puesto con la 'Bicolor', aguantó el sol de la ciudad mexicana de Toluca, y convirtió mil y un penales en el abrasador fútbol de Brasil con el Sao Paulo. Parecía que el calor siempre le sentó bien a Christian. Pero cuando se expuso al frío de Rusia, todo cambió para él: declive, poca continuidad, ser relegado, estando lejos, sin hablar el idioma. La decisión de cruzar el charco lo cambió, y nisiquiera fue el mismo al retornar: ni los 'Santos' de Brasil hicieron milagro esta vez. Pero a 'Aladino' le quedaba una lámpara por frotar: Ricardo Gareca.

"En mis peores momentos de rebeldía, él siempre estuvo ahí. Me preguntaba cómo estaba. Me decía que cuide a mi familia. Me di cuenta de la calidad de persona que es: siempre se fijó en lo humano", dijo hace unos días el jugador en entrevista. Y desde esta columna, podemos asegurar que el argentino, que rompió con tantas barreras en el Perú, también rompió la del hábil volante: lo hizo profeta, en la tierra de todos. 

Y le enseñó que, si bien todo hombre tiene una 'Cueva', también tendrá siempre un alma de 'Bravo'. Y eso, ni un penal en una Copa del Mundo lo podrán cambiar.

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