Eurocopa

Por: Agencia EFE • Futbolperuano.com

Italia venció 3-2 en los penales a Inglaterra y es campeón de la Eurocopa 2021

Italia se impuso en la tanda de los doce pasos y se quedó con el título de la Eurocopa 2021.

Actualización
Italia se alzó con el trofeo de la Eurocopa 2021. Foto: EFE
Italia se alzó con el trofeo de la Eurocopa 2021. Foto: EFE

Italia se impuso en la tanda de los doce pasos y se quedó con el título de la Eurocopa 2021.

Los penaltis, el mayor enemigo de la historia reciente de la selección inglesa, castigaron a una rácana Inglaterra y alzaron el vuelo de Italia, que gana la segunda Eurocopa de su historia y se encumbra ante la afición de Wembley (1-1 (3-2)).

La racanería inglesa, desatada desde el gol de Luke Shaw en el minuto dos, fue castigada por los dioses del fútbol en los penaltis, después de que Leonardo Bonucci lograra el empate y mandara el encuentro a la prórroga. En los lanzamientos, Gianluigi Donnaruma se vistió de héroe, paró dos penaltis y entonó el himno italiano en el templo inglés.

La primera Eurocopa para Italia desde 1968, la que le niega la gloria a Inglaterra 55 años después de su último título internacional, en una final que empezó prometiendo locura y acabó por todo lo alto.

No había otra manera de acabar la Eurocopa más loca de todas que con el gol más rápido de la historia de las finales. Menos de dos minutos tardó Inglaterra en enrabietar a su hinchada, loca por pegar saltos, quitarse la camiseta y celebrar algo 55 años después.

Menos de dos minutos tardó el plan de Gareth Southgate en funcionar. Su defensa de tres centrales cobró sentido cuando Kieran Trippier, el carrilero, recibió la pelota en la esquina del área y puso un centro preciso al segundo palo. Di Lorenzo se lo comió completamente y Shaw apareció desde atrás para acomodar la pelota con el interior junto al palo. Una definición exquisita, que lograba su primer tanto con la selección en el mejor momento posible.

Este chispazo de Inglaterra fue seguido de un fútbol eléctrico de las dos selecciones, con el centro del campo italiano apagado y el fluir de las transiciones rápidas, sobre todo a través de los extremos ingleses. Pero esto se apagó rápido, en cuanto los ingleses se dieron cuenta del poder que tenían entre manos, de la ventaja que les daba el gol ante un Italia acostumbrada a no ir nunca por detrás en el marcador.

Los de Roberto Mancini no tenían un plan para atacar en estático. A España le cazaron en una contra, pero aquí Inglaterra no tenía un resquicio. Su línea defensiva era impenetrable para una Italia que atacaba a ráfagas y siempre en solitario. Era una acción entre tres de Chiesa, una carrera de Insigne y poco más. Y así era imposible.

No había juego combinativo en una escuadra que esperaba un partido como el de España y se había dado de bruces ante la aparición de Shaw. Solo Chiesa parecía entender lo transcendental de la final y en sus botas estuvo el empate, en un remate raso que Pickford adivinó instintivamente.

Italia se obcecaba en ataques intrascendentes y tuvo que recurrir a su esencia, al balón parado, para igualar la final. Fue una jugada con mil aristas, un córner peinado en el primer palo y al que Chiellini, al que estaba haciendo penalti, no llegó. Verratti se lanzó en plancha y conectó un cabezazo que sacó Pickford, rebotando la pelota en el palo y quedando a placer de Bonucci, que solo tuvo que empujarla.

Nuevo escenario. Southgate tuvo que reaccionar y desarmó la defensa de cinco. Fuera Trippier y dentro Bukayo Saka. Mount vuelve al medio y el del Arsenal al extremo. Pero había el técnico había hecho los cambios muy tarde. El partido se le había descontrolado y sino fue a más el descalabro fue porque Chiesa, de largo el mejor, se tuvo que ir lesionado.

La salida del mago de la Juve precipitó la prórroga. Una más, la cuarta de Wembley en tantos partidos jugados aquí en esta Euro.

Una prórroga que evidenciaba aún más las carencias de Southgate como entrenador, confiando todo a alguna individualidad de los suyos, mientras que a Italia le bastaba con la posesión y esperar los penaltis. Fue una opción que gustó a ambos, que decidieran los once metros y que la suerte acabara con la agonía de un equipo que busca la gloria desde el 66 y otro desde el 68.

Esta vez no hubo trilero Chiellini. Se lanzó en el lado de la afición inglesa, pero empezó anotando Berardi. Replicó Kane y erró Belotti. No falló Maguire. 2-1 para Inglaterra y toda la presión del mundo para Italia. Bonucci asumió el mando y no decepcionó, a diferencia de un Marcus Rashford que salió exlusivamente para los penaltis y tiró el suyo al palo. 2-2. Vuelta a empezar.

Bernasdeschi lo dejó todo listo para la gloria italiana, cuando Sancho se encontró con la primera gran estirada de Donnaruma. Pero Jorginho le dio emoción, Pickford le sacó el penalti de la victoria. Una alegría efímera, porque Donnaruma, impertérrito, frenó a Saka y mandó la copa a Roma.

La primera para Italia desde 1968, una puñalada al corazón inglés, que tendrá que seguir ansiando algo que rememore la gloria de 1966.

Previa del partido:

EFE.- Italia vs Inglaterra se enfrentan este domingo 11 de julio a las 14:00 hora peruana (19:00 horas GMT) por la final de la Eurocopa 2021. Dicho compromiso se llevará a cabo en el Estadio Wembley de Londres. Revive el Italia vs Inglaterra AQUÍ.

Puedes seguir el partido por la final de la Eurocopa 2021 en vivo por DirecTV Sports, en el canal 610 y 1610 HD de DirecTV. Inglaterra nunca ha estado tan cerca de hacerse con la Eurocopa y este domingo, 55 años después de una última final disputada, ganando la Copa del Mundo de 1966, la actual hornada de los 'Tres Leones' aspira al título que nunca consiguió, y tendrá enfrente a una Italia reconstruida, ganadora de nuevo, y que ya sabe lo que es saborear el cetro continental.

Los ingleses de Gareth Southgate han aprendido de los errores del Mundial de Rusia 2018 para escapar de las semifinales, su tope desde 1966, y llegar a una final que se presentan como una alfombra roja hacia el trofeo. Jugarán en casa, ante más de 60.000 espectadores y sin la posibilidad de que la afición rival pueda venir hacia Londres.

Tendrán los italianos que confiar en su hinchada asentada en Inglaterra, algo que ya les valió contra Austria en octavos y contra España en semifinales. En lo futbolístico Southgate ya ha encontrado su once tipo, pese a la cantidad de variables con las que juega. Declan Rice y Kalvin Phillips son imprescindibles en el medio del campo, así como Luke Shaw, John Stones, Harry Maguire y Kily Walker en defensa. Mason Mount ya ha vuelto a la titularidad tras su aislamiento, mientras que Raheem Sterling, tres goles en el torneo, y Harry Kane, cuatro, sin insustituibles.

Southgate ha confiado en Bukayo Saka en dos de las tres eliminatorias y podría volver a hacerlo para la final, aunque en su puesto también podrían entrar Phil Foden, Jadon Sancho o Jack Grealish, todo alternativas de calidad para servir balones a Kane.

Italia llega a Wembley a completar un trabajo empezado hace tres años con Roberto Mancini. El técnico italiano recogió a un equipo hundido, sin ideas ni confianza y lo convirtió en un grupo que este domingo peleará por la gloria europea.

"Solo un loco dijo hace tres años que podíamos llegar a este punto, y es Mancini. Siempre creyó en nosotros. Somos un grupo maravilloso, y llegar a este punto tras tanto sufrimiento es algo extraordinario", afirmaba el centrocampista Federico Bernardeschi tras ganar la semifinal en la tanda de penaltis contra España.

Con la fuerza de la tranquilidad, con su liderazgo y trabajo, Italia ha actualizado su juego, dando un paso adelante, atacando más y jugando mejor, sin olvidar su ADN y la atención defensiva, la base de los anteriores cuatro Mundiales y de la Eurocopa de 1968.

La guinda puede llegar este domingo en Wembley, donde Mancini confirmará al 4-3-3 visto en las semifinales, con Gianluigi Donnarumma en la portería, detrás de Giovanni Di Lorenzo, Giorgio Chiellini, Leonardo Bonucci y Emerson Palmieri.

Intocable el trío del centro del campo, compuesto por Nicoló Barella, Jorge Frell Jorginho y Marco Verratti, mientras que el tridente lo formarán Federico Chiesa, Lorenzo Insigne y Ciro Immobile.

Es la cuarta final para Italia en una Eurocopa, tras la que ganó a Yugoslavia en 1968 y las que perdió en 2000 contra Francia y en 2012 ante España (0-4).

La expedición italiana llegará a Londres acompañada por el presidente de la República, Sergio Mattarella, quien, como sus predecesores Sandro Pertini en el Mundial ganado en 1982, Carlo Azeglio Ciampi en la Eurocopa perdida en 2000 o Giorgio Napolitano en el Mundial ganado en 2006, alentará a los "azzurri" en la grada.