Eurocopa

Por: EFE • Futbolperuano.com

España igualó 0-0 con Suecia por la fase de grupos de la Eurocopa 2021

España dominó y tuvo las ocasiones más peligrosas, pero apenas pudo igualar con Suecia en casa.

Actualización
España apenas igualó sin goles con Suecia en su debut de la Eurocopa. Foto: EFE
España apenas igualó sin goles con Suecia en su debut de la Eurocopa. Foto: EFE

España dominó y tuvo las ocasiones más peligrosas, pero apenas pudo igualar con Suecia en casa.

España se ha habituado demasiado al empate, cinco en sus últimos ocho partidos; el mismo resultado con el que se estrenó en la Eurocopa 2021 ante Suecia (0-0), entre la reincidencia de Álvaro Morata en una ocasión tremenda y del equipo en general, imponente el primer tiempo y mucho menos el segundo.

La selección española no es favorita. Ni siquiera en Sevilla. Le queda mucho por atravesar para ganarse una condición que se merece con victorias, con goles, con argumentos mucho más rotundos, solventes y apreciables de los que propone hoy por hoy España, que juega bien a ratos, que no lo hacen bien en otros, que se estrella en su propia ineficacia ofensiva y que se percibe vulnerable atrás.

Si alguien se hizo acreedor del triunfo fue ella, sin duda, ante Suecia, pero tanto pudo ganar como pudo perder. Si entre Marcos Llorente y el poste no hubieran repelido una oportunidad de Isak. O si Berg, solo para el remate a un metro, no la hubiera pifiado cuando el encuentro ya se movía en una incertidumbre estresante.

Impredecible casi siempre en cada alineación, Luis Enrique fue más previsible que nunca en su once -sin un solo matiz fuera de lo esperado, con dos centrales zurdos, con Unai Simón como portero y con Álvaro Morata como delantero-, pero también en los mecanismos que tanto ha trabajado siempre, de la presión a la posesión o viceversa, tal y como ocurrió en su estreno europeo ante Suecia, con momentos lúcidos, con otros más no tanto. Aún está muy lejos de ser incontestable, ni siquiera tan resolutiva como pretende.

Tan complejas en el fútbol, tan apabullantes para el rival cuando todo funciona como un bloque afinado a la perfección, tan dañinas para uno mismo cuando surge el mínimo desajuste, tales destrezas son señas de identidad en el nuevo ciclo de la selección, en ese filo también de riesgo en el que se mueve un equipo aún por reafirmarse, que se queda en poco en la zona más trascendente: las áreas.

En ese proceso clave que todavía debe redondear para expresarse como una favorita real y principal en un torneo de tanta dimensión, en el que cualquier descuido puede ponerte frente a un aprieto, España transmitió este lunes alguna certeza, pero también dudas, tan recurrentes unas y otras en sus últimos compromisos disputados.

El presente de España necesita más gol. Es una obviedad. No se puede entender de otra forma el empate a cero con el que se fue al descanso y al final, explicado prioritariamente por una acción por encima del resto, en el minuto 37, cuando un error impropio de este nivel, cometido por Danielson, puso a Morata ante el gol, solo, sin más oposición que el portero, al que ni siquiera exigió una parada.

Su tiro se perdió demasiado cruzado, desviado, sin la precisión con la derecha que requería una oportunidad tan visible, sin la determinación de un goleador, ya sea él, Gerard Moreno -suplente- o cualquier otro, que debe ser indispensable para pensar en los retos de altura que se propone España. Sin gol, la misión es imposible.

Después, Morata también fallo otra, menos clara en el comienzo del segundo tiempo, señalado de nuevo por un sector del público, alentado a la vez por otro, mientras España ya no era lo que había sido en el primer acto, a falta de media hora en vilo, sin saber muy bien como desatascar un partido que ya era un jeroglífico para él. A menos de media hora, el atacante se marchó entre pitos mayoritarios. En ese sentido, la entrada de Gerard Moreno en el 74 pareció tardía.

Y al presente de España la falta contundencia defensiva. En el centro. Y en la portería. La elección fue la esperada, Unai Simón. Un espectador casi siempre, surgió atento a la primera exigencia, un centro que prefirió palmear por encima del larguero, por si acaso, pero dudó cuando no debe dudar, cuando la determinación es la mejor virtud del guardameta, cuando Isak -allá por el minuto 42- asustó a la selección, salvada por el lateral Marcos Llorente y el poste.

Aún más alarmante fue la siguiente aproximación sueca, ya por la hora de juego, sobre todo porque Isak hizo todo lo que quiso en el área, entre tres rivales, que más que acecharle lo invitaron a una maniobra que no fue gol porque Markus Berg remató fatal el regalo del 0-1, por el césped o por la ejecución, pero fue un despropósito.

Cierto es que Suecia fue nada más en ataque lo que le dejó España, menos aún al principio, devorada cuando encontró la pelota en alguna ocasión, sin una sola opción de descubrir más horizonte que el medio campo, irrelevante con el balón en ataque o en cualquier sector, era un bloque compactado en su territorio, fiado a una estructura, a un juego de resistencia que desafió a España.

Aunque no le benefició un césped seco y lento, el balón fue casi siempre una propiedad exclusiva de los chicos de Luis Enrique, liderados por Koke. Si España rebusca un líder, ahí tiene uno.

Hace un año, cuando se iba a jugar la Eurocopa, no habría ido. No estaba en los planes de Luis Enrique. Ni tampoco estaba al nivel de siempre en el Atlético. Había desaparecido de las listas de la selección. Nunca desistió el centrocampista, cuya remontada de noviembre a junio ha sido imparable, directo a un papel crucial.

Ahora es un futbolista básico, más titular que nadie -o casi nadie- en el esquema de Luis Enrique. Es el eje sobre el que giró la transición de España, el momento en el que una maniobra, un pase, una entrega, la visión del envío en el instante oportuno, transforman una posesión cansina en una encrucijada para el rival. Empezó fue bien, luego se diluyó a medida que pasó el tiempo.

Porque, a través suyo, España divisó el camino al principio. Por la izquierda, cuando conectó con Jordi Alba; por la derecha, asociado a Marcos Llorente; o por el medio, cuando propuso a Dani Olmo la ocasión del cabezazo del 1-0 que lo negó Olsen, estirado, certero, salvador, con la mano izquierda a un remate que era gol.

Koke estuvo en prácticamente todo lo que entendible como ocasión que inventó la selección española en el primer tiempo entre el entramado defensivo que ideó Suecia. El centrocampista vallecano también remató. Primero con un derechazo dentro del área desviado, después con la llegada que conectó con la zurda alto, a servicio del notable Dani Olmo, que también probó a Olsen antes del parón.

Pero del vestuario salió otra España, previsible, imprecisa, insustancial, sin ocasiones, sin capacidad de remover un empate que no habría sido tal con una pizca más de gol. No lo tiene la selección española. O no lo muestra. Ni siquiera cuando la salida de Gerard Moreno hizo rugir como no lo había hecho en todo el duelo al estadio de La Cartuja. Su cabezazo final lo mereció. En el minuto 89. Lo paró Olsen. Tampoco hubo forma. Un empate para la reflexión.

Previa del partido:

La siempre candidata España debuta este lunes 14 de junio en la Eurocopa y lo hará ante Suecia, un rival nada sencillo, con el que medirá su real potencial. El cotejo está programado para las 14:00 horas de Perú (19:00 horas GMT). Revive el España vs Suecia AQUÍ.

El primer gran reto de Luis Enrique Martínez. El gran líder de una selección española rejuvenecida, que busca nuevos referentes que agranden su leyenda en una competición que conquistó en tres ocasiones. Intentando superar la preparación más accidentada de un torneo por el coronavirus, enterrada la incertidumbre, regresa el fútbol con un estreno ante Suecia.

El profundo rejuvenecimiento a manos de Luis Enrique, con una media de edad de 26 años, provoca que, con el objetivo de recuperar la línea ganadora perdida desde la Eurocopa 2012 y tras las últimas malas experiencias en grandes torneos, España encare un nuevo inicio sin un gran referente sobre el césped.

Cuatro Mundiales y tres Eurocopas después, arranca sin Sergio Ramos. Las lesiones en 2021 frustraron al icono de la Roja y la covid-19 deja fuera, como mínimo en el debut, al heredero del brazalete, Sergio Busquets. Los dos supervivientes de la 'generación de oro' que lo ganó todo -dos Eurocopas y un Mundial Ramos, un Europeo menos Busquets- en cuatro años de exhibición futbolística.

Buscando en el camino futbolistas que den el paso al frente en liderazgo necesario para acercarse a los logros del pasado, Luis Enrique ha dado forma a un grupo joven, con descaro y hambre de éxito. Del Mundial 2018 a la Eurocopa 2020 apenas se mantienen seis futbolistas en un grupo en el que ni la mitad juegan en LaLiga. El jugador español crece lejos de su país y manteniendo el toque como seña de identidad, aporta nuevas variantes a un estilo de juego con mayor verticalidad, que encara la cuenta pendiente del gol.

Bajo un 4-3-3 como dibujo, con presión alta, buscando el dominio desde la posesión y la verticalidad, la selección española ansía el éxito incluyéndose en un grupo de siete favoritas, pero huyendo de la responsabilidad que hace años recaía sobre sus espaldas. Ahora apunta a Portugal y Francia, ganadoras recientes de las grandes citas.

En una búsqueda continua de Luis Enrique, que probó hasta 38 jugadores durante la fase de clasificación, con debates siempre listos para reabrirse. Como la portería que apunta a Unai Simón tras siete titularidades consecutivas, la falta de pegada que intentará calmar Gerard Moreno como máximo referente goleador del curso o uno nuevo en un lateral derecho sin un especialista puro, con la polivalencia de Marcos Llorente o la experiencia de César Azpilicueta como opciones.

Habrá nueva pareja de centrales para un gran torneo. Pau Torres tiene su plaza ganada y su acompañante saldrá entre el recién nacionalizado Laporte o Eric García. Juntar a dos zurdos carece de importancia para Luis Enrique, que para esa banda podría tirar por la experiencia de Jordi Alba que será el capitán. La ausencia de Busquets la cubrirá su relevo natural, Rodri, junto a él apunta Koke y el joven Pedri, que hará historia en su debut a los 18 años en una Eurocopa. El gol ha ido asociado a Ferran Torres y Dani Olmo, los favoritos de un tridente que corona un 9, Gerard o Álvaro Morata.

España solo perdió un debut en la Eurocopa en catorce precedentes, en el 2000 ante Noruega, pero solo venció en un estreno, y con apuros ante la República Checa (1-0) en Francia 2016, en sus últimos cinco estrenos en los grandes torneos. Buscará argumentos para comenzar con paso firme en un partido clave para su caminar por la competición. Ante Suecia, que trae el buen recuerdo del inicio de la época dorada. El segundo rival al que derrotó en la Eurocopa 2008, con un tanto en el añadido de David Villa que desató a una selección que no tuvo freno en cuatro años de dominio.

Suecia iniciará su andadura en la Eurocopa con el recuerdo del buen papel que completó en el Mundial de Rusia 2018. Llegó a cuartos de final y sólo Inglaterra pudo con el combinado de Janne Andersson, que desde 2016 dirige con acierto al combinado escandinavo.

Frustrado el regreso de Zlatan Ibrahimovic, baja en el último momento por lesión, el técnico de Halmstad ha podido configurar un equipo basado en el colectivo y no en el individualismo. Sin embargo, la preparación de Suecia no ha sido ningún camino de rosas. Como España, ha sufrido los estragos del coronavirus durante los primeros días de concentración.

Un par de jugadores, el extremo Dejan Kulusevski y el medio centro Mattias Svanberg, dieron positivo tan solo 48 horas después que Sergio Busquets. Ninguno de los dos podrá enfrentarse a España y Andersson espera que Kulusevski pueda incorporarse durante el torneo. Svanberg tenía pocas opciones de mandar en el centro del campo, pero sin Kulusevski, Suecia pierde una buena pierna izquierda que desde el inicio, o como revulsivo, podía aportar muchas cosas. Además, Andersson tiene a dos jugadores tocados que serán duda: Albin Ekdal y Jens Cajuste. El resto, están al cien por cien y dispuestos a pelear los puntos a España.

Lo harán con un juego rocoso, el que le llevó hasta la Eurocopa tras una fase de clasificación correcta. La solidez defensiva y el orden son el sello de un equipo con jugadores clave en cada parte del campo: en defensa, tres de los campeones de Europa sub-21 en la República Checa 2015, único título internacional de Suecia, sujetan al equipo. Son Ludwig Augustinsson, Filip Helander y Víctor Lindelöf, todos de contrastada calidad. En el centro del campo, la estrella del equipo, Emil Forsberg, espera dar continuidad a su buena temporada en el Leipzig. Y, en ataque, tiene una buena mezcla: la veteranía de Marcus Berg y la juventud y la voracidad goleadora de Aleksander Isak, que ha firmado esta temporada 17 tantos en la Real Sociedad.

Con esos ingredientes, Suecia intentará iniciar bien la Eurocopa para pelear por igualar su mejor registro en una competición que históricamente no se le da muy bien. Entre Francia 1960 y Alemania 1988, no participó; en su Eurocopa, la de 1992, alcanzó unas meritorias semifinales; y después, salvo en Portugal 2004, que llegó a cuartos, no pasó de la fase de grupos.

Alineaciones probables:

España: Unai Simón; Marcos Llorente, Laporte, Pau Torres, Jordi Alba; Rodri, Koke, Pedri; Ferran Torres, Dani Olmo y Gerard Moreno.

Suecia: Nordfeldt; Lustig, Lindelöf, Helander, Augustinsson; Forsberg, Claesson, Olsson, Larsson; Isak y Berg.

Árbitro: Slavko Vincic (Eslovenia).

Estadio: La Cartuja.